Tan grande como el peligro a los seres humanos y a la fauna y la flora de la tierra que traen los terremotos; en igual y mayor medida es la devastación que las masas de aguas desplazandose en los oceanos traerán. Hay varios factores en juego. El agua es más líquida que en el centro de la tierra, y ciertamente más líquida que sobre tierra firme. Donde la superficie, arrastrada por su base, se está moviendo hacia una nueva posición, no obstante temporal, para alinearse con el cometa gigante, las aguas se resisten mayormente. De ahí que las aguas chapotean sobre las costas en la dirección opuesta a la rotación del cambio de polos. Esto es aminorado por una tendencia de las aguas directamente bajo el cometa gigante a incharse en dirección del cometa. Las aguas se inchan para arriba, en lo qué aparecen ser olas gigantes. Esto tiende aminorar el effecto de los maremotos sobre el litoral del lado del cometa, pero no tiene ningún efecto en el movimiento del agua en la cara oscura de la tierra.
La historia terrestre de las olas de marea gigantescas, que el gobierno se desespera por explicar no son causados por los cambios de polos, es ciertamente causado por los frecuentes cambios de polos . Éste es el caso incluso en las situaciones donde un ajuste de la placa afecta a centenares de millas del fondo oceánico, creando una línea masiva de agua comprimida que se mueve rapidamente en las únicas direcciones que puede - hacia la derecha, a la izquierda, y hacia arriba. En las profundidades del océano, esto causa una onda de marea de quizás 20 pies en orillas aladeñas. Como las cosas se desplazan hacia el océano, tal como el hielo alveolado hizo durante la inundación de un cambio de polos anterior, el agua desplazada no puede ir abajo, así que debe ir las cuatro direcciones. En casos tales como estos, la ola y su tamaño que resulta está en proporción con el objeto caído. Un objeto clasificado como continente por su tamaño causó El Diluvio, un meteorito de una milla de diámetro causaría más que una alta marea, a pesar de las especulaciónes del los alarmistas.